Cuando recogemos datos personales, ya sea a través de formularios, contratos o apps, la normativa de protección de datos exige informar de manera transparente a las personas afectadas. Para lograrlo, el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) establece la llamada información por capas, un sistema que facilita que el usuario comprenda qué ocurre con sus datos sin verse saturado.
El modelo por capas se basa en ofrecer la información en dos niveles:
Primera capa:
Es la información más esencial, presentada de forma breve y directa, en el mismo momento en que se recogen los datos.
Incluye:
El objetivo es que el usuario no tenga que leer párrafos eternos y pueda decidir con claridad si quiere dar su consentimiento o no.
Segunda capa:
Recoge toda la información detallada y completa exigida por la normativa.
Incluye:
Esta segunda capa suele alojarse en la política de privacidad de la web o en un documento de fácil acceso.
Porque es la manera de garantizar la transparencia y el respeto a la autonomía del usuario. Si solo diéramos la información completa en un bloque interminable de texto legal, la mayoría de personas no lo entendería ni lo leería.
La información por capas facilita la comprensión, mejora la confianza y, además, es una exigencia directa del RGPD (principio de transparencia, artículo 12).
Incorporar la información por capas no es solo una formalidad legal, sino una buena práctica que demuestra compromiso con la privacidad y el respeto hacia las personas. Recuerda: primera capa clara y breve; segunda capa completa y accesible. Así lograrás que tus tratamientos de datos sean transparentes, legales y responsables.
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